En BellMonte, cada trucha ahumada es el resultado de un proceso artesanal lleno de tradición, paciencia y cuidado.
Criamos nuestras truchas en aguas puras de montaña, lo que garantiza un sabor limpio y fresco desde el origen. Luego, las seleccionamos cuidadosamente y las sometemos a un proceso de ahumado lento con maderas naturales, sin conservantes ni químicos.
El resultado es un producto gourmet, suave, aromático y con una textura que se deshace en tu boca.
Apostamos por lo natural, por lo local y por brindarte una experiencia auténtica en cada bocado.
